Título original: Ardores que
matan (de ganas).
Autor: Ramón Córdoba.
Sello: Punto de lectura.
Género: Contemporánea.
Edición: 2014.
Páginas: 168.
Precio: $239.
Un poco del texto de
contraportada: “Como sabemos, en cosas de amores lo común es fracasar”. Con
estas palabras lapidarias da inicio esta novela que narra, en primera persona,
las aventuras y desventuras de un contador de medio pelo —además de burócrata y
profesor universitario—, que forma parte de una banda masculina autodenominada
Los Cachondos, cuyo único propósito y móvil vital es llevar a la cama al mayor
número posible de mujeres, sin mediar compromiso y sin involucrar otro
sentimiento que el de la pasión y el deseo carnal.
Mi opinión: Narrado en primera
persona, a través de poco más de cincuenta apartados/capítulos, Ramón Córdoba nos
presenta en Ardores que matan (de ganas), "una retacería de
muchas historias" —como él mismo la nombró—. Que por cierto, a este punto, tanto se justifica el autor de lo que hace y de lo que no
logra hacer, que una de sus frases define perfecto a su creación:
“El monstruo sigue ahí, y no hay
trazas de
que alguna vez caiga el rayo y le
dé vida”.
En fin... el lenguaje coloquial con que está
escrito se agradece, y a su vez se disfrutan muchos episodios del libro. No obstante,
me pareció cargado de expresiones despectivas hacia la mujer… como si fueron
empleadas para conseguir un tono realista, como si no, no es algo con lo que
esté de acuerdo, ni siquiera para leer.
Por otro lado, y como curiosa contraparte, algunas líneas me
parecieron preciosas, proveedoras de cierta cercanía, pero ciertamente mi lectura fue de un
gusto atribulado, al no poder identificarme con las divagaciones que, supongo, son parte del
estilo del autor (o si no, de la idea general de la novela), y la realidad es
que, además, esta publicación pierde muchos puntos, a mi consideración, con el exceso de
eufemismos —que a la larga, me parece, se volvieron disfemismos— que se exponen a cada página.
Finalmente, no sé si podría
recomendar este título. De verdad quería que me gustara mucho, y aunque mi opinión está divida, tal vez llegué a él con ciertas expectativas, de modo que ahora creo que sus lectores potenciales se hayan en un grupo
muy reducido, y no porque no se entienda la historia, sino porque no es de un
gusto genérico, es decir, Ardores que matan (de ganas), se desenvuelve en torno
a un puñado de especificidades: es para quien guste de la narrativa contemporánea,
realista y de tinte anecdótico... pero, sobre todo, para quien no tenga pegas en
materia de género.
Cita para recordar:
Yo soy la furia subterránea, la encarnación del desengaño, la señal de advertencia colocada donde termina el territorio de las ensoñaciones. Soy, incluso, un beso del infierno…
Mi puntuación:
*Gracias a la editorial por el ejemplar para reseña.
1 comentario:
Hola! No había visto tu reseña hasta ahora y la verdad es que agradezco el no haberlo pedido, no se ve nada bien. En fin, gracias por la reseña :) Saludos
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